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Mi hermana desanima

  Mi hermana es una experta en desanimar. Una vez le dije “yo podría meterme a ayudar en una protectora de animales” y me dice “Eso, para que te muerda un perro”. Otra vez le dije “yo podría dedicarme a cuidar a personas mayores” y me dice “Eso, para que se te caguen”. Otra vez le dije que quería ir a un restaurante mexicano a comer comida picante y me dice “Pues uno se murió comiendo cosas de piques”.

El médico jubilado

  Había una vez un médico ya jubilado que pasaba por una calle de Sevilla, con su sombrero y su bastón. Y a eso que había uno sentado en la puerta de una casa pidiendo. El médico se acerca a él y le da una limosna. Al día siguiente vuelve el médico a pasar por dicha calle y seguía estando el pedigüeño y le vuelve a dar otra limosna. Al otro día igual. Pero al otro día paso el médico por delante del que pedía y no le dio nada. Y dice este gritando y enfadado, “Quillo que hoy no me has dado nada”. Y al otro día vuelve a pasar y éste va le pega una paliza al médico y le quita la cartera.

El perro abandonado

Un hombre dejo abandonado en una carretera a su perro. Y el perro fue atropellado por un camión. Este indeseable se arrepintió y volvió a buscar a dicho perro y se lo encontró tirado en la cuneta moribundo. Y el perro al ver a su amo le lamiaba de cariño moviendo su rabito.