El médico jubilado
Había una vez un médico ya jubilado que pasaba por una calle
de Sevilla, con su sombrero y su bastón. Y a eso que había uno sentado en la
puerta de una casa pidiendo. El médico se acerca a él y le da una limosna.
Al día siguiente vuelve el médico a pasar por dicha calle y
seguía estando el pedigüeño y le vuelve a dar otra limosna.
Al otro día igual. Pero al otro día paso el médico por
delante del que pedía y no le dio nada. Y dice este gritando y enfadado,
“Quillo que hoy no me has dado nada”.
Y al otro día vuelve a pasar y éste va le pega una paliza al
médico y le quita la cartera.
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